…pero como adulto eres 100% responsable de arreglarlo.
La relación con nuestros padres y personas de referencia desde que éramos muy pequeños, de alguna manera han forjado el adulto que somos hoy.
El estilo de comunicación, las reacciones, decisiones, sus acciones, sus palabras y manera de actuar han sido grabadas a fuego en muchas ocasiones e introducidas en nosotros según la propia interpretación.
Muchas ideas y creencias nos condicionan hoy y nos hacen que estemos viviendo la vida de otros, y no la nuestra propia según nuestras propias ideas. ¿Esas palabras son tuyas o repites algo que has escuchado antes sin cuestionar si es válido ahora para ti?
Esto nos puede llevar a preguntarnos ahora:
¿Cómo puedo hacer para que mis vivencias y creencias previas no sigan afectando a mis relaciones, dejen de condicionar determinados patrones de pensamiento y conductas actuales en mí?
Tomando consciencia primero, pues no se puede cambiar aquello que no sabemos que existe, aquello que no conocemos. Siendo consciente de aquello que viví y de las consecuencias que tiene en mis pensamientos, emociones y mis reacciones a día de hoy, puedo detectarlo, atravesarlo y trascenderlo.
El coaching personal te permite esa exploración, toma de consciencia y el cambio, contigo, para con tu pareja, tus hijos, tu equipo… Forjar tu vida según tus propias reglas que te hagan crecer, conseguir tus propios sueños según tu criterio y no el de otros, que habla de sus propias experiencias y carencias, de otra época y momento vital, y de una vida que no es la tuya.
Detecta las formas de pensar que no son tú y decide si quieres mantenerlas o desprenderte de ellas basándote en quién eres hoy y quién quieres ser mañana.
¿Eso contiene valor y verdad para ti ahora?
Desaprende. Reprograma. Crece.