Qué fácil salen las opiniones y los consejos de otros sin pedirlos, ¿verdad?
A veces con la mejor de las intenciones, pero esas palabras te hacen flaco favor, te dejan inseguridades y pensamientos repetitivos en tu mente que es lo que menos necesitas. La mayoría de las veces son juicios e interpretaciones basados en sus propias limitaciones, miedos y creencias.
Si no has vivido algo, no lo sabes.
Si no lo has pasado, no sabes de lo que hablas. Solo lo has oído por ahí.
¿Tienes ilusiones, sueños, ideas nuevas, quieres hacer lo que te apasiona? Cuidado al recibir los juicios o las opiniones del que no ha llegado donde tú te diriges, no comparte tu visión y nunca ha estado en el lugar del que le estás hablando. Filtra bien esas opiniones subjetivas.